viernes, 28 de enero de 2011

- DIALOGO CON EL MAR

Después de un tiempo uno aprende, que si es demasiado
hasta los últimos rayos del sol de invierno queman
porque hacen sentir el dolor de los corazones descalzos
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Así que lo mejor es vaciar los recuerdos para siempre
renunciar a las emociones fingidas de calmas compradas
y plantar el jardín propio que decore el alma de colores
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En vez de esperar que alguien traiga flores marchitas
porque uno aprende en esa complicidad silenciosa
sin esperar la llamada de calmante que frene la vida
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Y con cada día uno aprende a no ver el rostro sin mirada
aprende a andar sin sentir miedo, a sentir las ilusiones
aprende a hablar con el mar sin evitarlo ,,,
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http://www.youtube.com/watch?v=VS1jtpxEzWc

domingo, 23 de enero de 2011

- RETROSPECTIVA, ROBERT CAPA

Este fin de semana hemos tenido la suerte de disfrutar en el Espacio Cultural de CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife de una exposición de fotografía del genial Robert Capa. La colección “Retrospectiva” nos ofrece en una selección de 98 fotografías algunas de las más reconocidas obras maestras en blanco y negro del autor. No sólo las imágenes de la Guerra Civil Española (que fue de las cosas que más me motivó a ver la exposición, dado que me estoy leyendo actualmente el último libro de Mendoza, Riña de Gatos), sino de otros acontecimientos bélicos como la II Guerra Mundial o la resistencia china ante la invasión japonesa, las fotografías de Capa están impregnadas de un realismo que nos llevan directamente al campo de batalla. Precisamente este autor, que se le conoce como el más grande fotógrafo de guerra del mundo, se preocupó de documentar el sufrimiento de civiles inocentes y muy especialmente los niños, lo que hace que sus fotografías transmitan una gran sensibilidad, una tremenda potencia emocional y un conmovedor impacto visual. Pero Capa raramente fotografió a los muertos o a las personas malheridas, sino que se preocupó especialmente de reflejar cómo seguían con sus vidas los supervivientes a pesar de las pérdidas y la terrible destrucción. Como dice R. Whelan, podría afirmarse que el triunfo del espíritu humano frente a la adversidad más aterradora constituye el gran tema de la fotografía de guerra de Capa. La fotografía que ilustra esta entrada (niña en el centro de refugiados en tránsito, Barcelona 1939) pertenece a la colección y fue una de las que más me impactó. Refleja con precisión en la mirada perdida de una niña de ojos negros recostada sobre unos sacos de arroz, la situación y el drama que se vivía en esa época. Sin duda, una obra recomendable.

http://www.youtube.com/watch?v=dSfc662vXZU&feature=related

viernes, 21 de enero de 2011

- DEL SILENCIO INDIFERENTE

Sólo se puede definir la tristeza, cuando se ha vivido, cuando se ha sentido muy dentro tanto silencio indiferente. Y es que un sólo recuerdo puede llegar a ocupar el lugar de todos los demás, como un foco inmenso de luz que inunda todo lo que se encuentra a su alrededor, con ese afán expansionista y efecto imperialista de ocupación.

Se cerró la puerta detrás de cuatro diminutos pasos,
quedando impregnado el aire de una sensación a despedida, de recuerdos prisioneros para siempre...
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Sonó la algarabía al otro lado,
pero aquí ya no había nadie más que la ausencia y hasta las palabras perdieron su sonido, dejando paso al tiempo de lo absurdo...
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Y como la ceniza se pierde en la noche,
un silencio de sombras vacías y melancolía avanzó lentamente, arrastrando bajo el brazo el tiempo perdido...
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Cerrar los ojos y esperar bajo la inmensidad de lo desconocido,
hasta que despunten las estrellas como piedras de hielo
y se ahogue la pena de los sentimientos...

Ahora puede que ya no quede nada, apenas nada que se pueda explicar

http://www.youtube.com/watch?v=qwprrAEL9-E&feature=related

sábado, 15 de enero de 2011

- ENTRE DOS LUCES

Ramiro era un hombre de su tiempo, pero con la mirada puesta en el futuro. Así que vivía entre su realidad más inmediata y los ecos que le llegaban de fuera y que devoraba a través de la lectura que de cuando en cuando tenía la oportunidad de disfrutar, en medio de la calma y el horizonte. Se dormía feliz, vagando por un mundo imaginario que construía a base de retales y que pensaba algún día recorrer. Además de ocuparse del campo y del ganado, le apasionaba leer poesía y hasta en la manera de pasar las hojas, mostraba ese espíritu sosegado y soñador. También en su manera de andar y de moverse, cuando cruzaba el pueblo lentamente en su bicicleta que aunque vieja la tenía siempre como de estreno y subía el repecho con la media sonrisa y esa mirada distraída, llevando una rosa entre los labios para ir oliendo su sabor dulce, mientras respiraba hondo porque la vida era para él como un día luminoso. Por las tardes bajaba a jugar la partida al bar y aunque al salir su mujer siempre le advertía que le quería en casa “entre las dos luces”, casi siempre se entretenía, parándose con unos y otros, exprimiendo hasta el último momento la conversación con los amigos. Así que en una ocasión que se le hizo demasiado tarde y para evitar un disgusto con su señora, entró en casa con los brazos en cruz y con expresión muy seria, llevando una vela encendida en cada mano.

http://www.youtube.com/watch?v=OHWrudgCc3Q&feature=related

domingo, 9 de enero de 2011

- APENAS NADA, SIN TI

¿Cómo podría entender que después de aquel día todo sería radicalmente diferente? Aunque no siempre se ocupara de las cosas que más le gustaban o se interesase por lo que podría desear, su presencia era como un consuelo que alimentaba la esperanza impregnada de una vaga melancolía, de una serena aceptación del inevitable fracaso de las ilusiones, cuando los domingos por la mañana que no tenía que madrugar se quedaba en la cama con los ojos cerrados y una dulzura incontenible, pensando en la vida tranquila que tanto le gustaba, y se perdía a través de un paraíso de sensaciones, de muchas emociones juntas y de cosas que algún día podían llegar a compartir. Pensaba que las cosas que no habían sucedido serían las mejores, porque nunca podrían llegar a ser tan malas como las que ya había vivido…

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Amor efímero que huiste
en el momento fugaz en que te amaba
suspiro sediento que vas lejos
que cambias de forma y te mantienes
aferrado al tiempo perdido
preso del dolor y de las sombras
que desciendes lentamente y te detienes
como un río helado por su cauce
como una lágrima por un rostro solitario
como el andar por un sendero en niebla
como un beso perdido buscando el umbral de los labios
como el dolor de una alegría marchita
como la ingratitud del silencio
como una herida de inútil cobardía
como la necesidad irremediable de tenerte
o de morir antes de que llegue otro día
colgando de la noche más sombría

donde todo sin tí es apenas nada

http://www.youtube.com/watch?v=m2VzeogGPcA&feature=related

jueves, 6 de enero de 2011

- RUTA DEL RIO CARES (LA GARGANTA DIVINA)

Para los amantes de la naturaleza, los Picos de Europa ha sido siempre un lugar de mucho atractivo. Y estas vacaciones de Navidad tuvimos la suerte de hacer con nuestro amigo Miguel uno de los recorridos con mayor encanto: la ruta del río Cares. El recorrido a lo largo de este desfiladero, que algunos llaman “la Garganta Divina” por que en sus zonas más estrechas hay que levantar mucho la vista para poder ver el cielo, comunica León con Asturias, atravesando la parte baja de los Picos de Europa que nos miran desde más de 2.000 metros por encima. Tuvimos la suerte el día de la visita de disfrutar de un tiempo magnifico. El contraste de las peñas completamente cubiertas de nieve, con el sol que llenaba de luz la impresionante vegetación en la que se mezclan Encinas, Sauces, Hayas, Robles, Higueras, etc. con otros matorrales que habitan en pequeños prados de hierba fresca, en la que pastan rebaños de cabras de las que se obtiene el famoso queso de Cabrales y de Valdeón, hicieron de esta ruta un recorrido impresionante, con imágenes imborrables de las aguas cristalinas del rio Cares y cascadas que se precipitan vertiginosamente desde lo alto de la montaña hasta su cauce. La ruta sigue el curso del río Cares, a su paso por el desfiladero del mismo nombre. El sendero que se recorre se excavó en la roca entre los años 1916 y 1921 para canalizar parte del caudal del Cares y aprovecharlo en la central hidroeléctrica de Camarmeña. Discurre entre las localidades de Caín (León) y Poncebos, siendo la única comunicación entre ambos pueblos durante los inviernos de intensas nevadas. La ruta puede iniciarse desde cualquiera de los 2 pueblos que une (Caín y Poncebos). Nosotros elegimos empezar por Caín, no sólo porque está más cercana a León sino porque es la parte más estrecha del desfiladero y la más bonita. Los 11 Km. de distancia se cubren en aproximadamente 3 horas en cada sentido, pero la belleza de los paisajes hace que las paradas sean frecuentes. Por la información que recopilamos, es importante elegir bien la fecha para hacer la ruta, ya que en primavera y verano suele estar muy concurrida. En este viaje nosotros pudimos caminar tranquilamente y sólo nos cruzamos con 6 personas. La aldea de Caín, lugar de partida, está en la base de la montaña y eso se nota rápidamente por la temperatura que sube considerablemente. El primer tramo bordeando el río es muy llano y agradable hasta llegar a los dos primeros puentes que ayudan a cruzar de vertiente. En el segundo puente llama la atención el canal con formas geométricas para que puedan subir los salmones a desovar. A partir de ahí se recorre una zona de cortos túneles cavados en la roca. Es la parte más estrecha de la ruta que avanza de forma paralela al río y al canal. El tramo entre los puentes de Los Rebecos y Bolin fue para mí el tramo más bonito, por la diversidad de vegetación y las impresionantes vistas, ya que el camino cuelga hasta 800 metros sobre el río, aunque es una ruta sencilla y apta para todos. Me llamó mucho la atención los túneles excavados en la roca y la obra de canalización de las aguas del río, que en medio de la montaña da una imagen grandilocuente.

http://www.youtube.com/watch?v=Ye6caUf2vZM

lunes, 3 de enero de 2011

- OTRO AMANECER


Hoy pensé que no hubo nada más sutil
que cambiarme de año bajo el arrullo de tus ojos,
en este amanecer de días nuevos,
para nadar con el salvavidas de tus abrazos hasta el infinito...
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Porque siempre hay un después para hacerle un guiño a la vida, aunque estemos condenados a amar el recuerdo de algún sentimiento. Sentado frente a la ventana, escuchando esta música cuando estaba a punto de amanecer el primer día de un año nuevo, pensé en las distintas tonalidades que tienen los días o un día determinado a través del tiempo y en este encontré todo el brillo que me llega de una sola mirada. Querer es encontrar el destello de un nuevo amanecer, un sentimiento que como el aire favorable que va creciendo sobre las nubes alargadas de castaño y ocre, mueve lentamente la vela blanca de la vida hasta la siguiente aurora…
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