domingo, 26 de abril de 2009

- AMOR FURTIVO


Entonces
en ese momento
quizás un instante
un relámpago
brillante de locura
que se agarra a la esperanza
y mira al cielo
y se hace libre
una chispa de entrega
comprometida
huida del tiempo
un duelo con la vida
en cada esquina
una espera intrigada
en cada día
¿alguien sabe
lo que dura
la soledad
del que ama?
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martes, 21 de abril de 2009

- EN EL TOBOGAN DE LA VIDA

Una amiga bloguera se preguntaba el fin de semana si era posible desprenderse de los recuerdos y yo le contestaba que el tiempo nos da una perspectiva distinta de las cosas, y lo que en un momento determinado parece insuperable, no se olvida porque la memoria nos pone en deuda con el pasado, pero se puede llegar a convivir con ello sin agobio y desasosiego. Me puse a pensar y me enredé en un tobogán de pensamientos de ayer y de siempre…
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Hay días en los que el ánimo no está para muchas hazañas y por más esfuerzos que se hagan, parece que la atención no nos pertenece, porque se encuentra prisionera de otros hechos intrusos que dan vueltas en el pensamiento como un tiovivo que nunca llega a detenerse. Cuando después de una larga espera teñida de ausencias Abilio recibió aquel mensaje de “estoy replanteándome la vida”, lejos de tranquilizarse, sintió que la angustia le comía por dentro, que se le vaciaban las venas, como si la vida se desbocara en un momento, porque los sentimientos no tienen tregua, ni las historias pueden de pronto diluirse en la nada. Después de mucho tiempo, en el mismo lugar, con la tristeza en los ojos y una pereza infinita, seguía frente al mar, su compañero fiel y el único sabedor de su futuro, en un mundo opuesto que soñaba más allá del horizonte. La pequeña barca que seguía con la mirada ondulante se movía como mecida por el agua, esforzándose por fijar un rumbo en medio de una naturaleza que desconocía la compasión, la lealtad, la piedad y la calma. No hay peor locura que vivir entre lo que se quiere decir y lo que hay que reprimir.
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sábado, 18 de abril de 2009

- VIAJE ENTRE LA LUNA Y TÚ


Hoy quisiera
si la melancolía
rompiera el cristal del cielo
y se rindiera
viajar con la luna
sobre el velo morado de la tarde
allá donde te fuiste
y sólo se siente
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Hoy quisiera
acomodarme a tu alma
de alas blancas
y viajar contigo en invisible
al paralelo del infinito
sintiendo de plano
el soplo de tu corazón tierno
de paraguas
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miércoles, 15 de abril de 2009

- DOS VISIONES DE LA SEMANA SANTA

Aprovechamos estas vacaciones para viajar a la ciudad de León. Y aunque el motivo no era justamente la Semana Santa, es inevitable pasar por esta ciudad en estas fechas sin participar, de alguna manera, en la gran cantidad de actos culturales y actividades de muy diversa índole que se desarrollan, con independencia de las creencias e ideología que cada uno defienda. La Semana Santa leonesa tiene un enorme interés cultural y por estas fechas se respira en toda la ciudad, sobre todo en la zona del casco antiguo, un gran trasiego de personas de todos los sitios, que recorren las calles estrechas y peatonales del Barrio Húmedo “tapeando” y tomando la tradicional “limonada
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Durante los diez días que transcurren desde el Viernes de Dolores al Domingo de Pascua, un total de 16 cofradías y hermandades, integradas por decenas de miles de "papones", nombre único que en León reciben los hermanos cofrades, recorren las calles de una ciudad atestada de gente como en ningún otro momento del año
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Cada día las distintas cofradías salen en procesión cuidando auténticas obras de arte, que por su expresionismo parecen transformarse en carne, al son de los tambores y trompetas. Son los mejores legados de Gregorio Fernández, Juan de Juni, Victor de los Rios… que con sus vírgenes, Ecce Homo y demás conjuntos de la Pasión despiertan la sensibilidad artística de quien las contempla
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Además de estas procesiones rodeadas de una profunda devoción religiosa, me ha llamado mucho la atención la procesión del entierro de Genarín, muy típica de esta semana leonesa www.genarin.net. Esta singular procesión conmemora la muerte de un pellejero (su profesión), borracho, pendenciero, amante del orujo y los burdeles que en la noche de Jueves Santo de 1929 murió atropellado. Desde entonces, cada año se celebra este acto pagano, también conocido como "Procesión de los Borrachos". La procesión se inicia después de que los hermanos de la Cofradía celebren una cena en el Barrio Húmedo. El rito comienza recordando la tradición y bendiciendo con orujo a los nuevos cofrades. A partir de entonces la procesión inicia su recorrido por los bares del casco antiguo, para concluir en la calle de los Cubos -los famosos arcos de la muralla medieval- donde Genarín murió atropellado por el primer camión de la basura de León, "La Bonifacia" que realizaba su ronda por la zona

Un tonel de madera adornado con flores y velas marca el paso, a la vez que se corean consignas como: "Genarín, valiente, queremos aguardiente"… Uno de los hermanos trepa a la muralla en el lugar exacto donde se produjo el atropello, para depositar una corona de laurel, orujo, queso, una hogaza de pan, naranjas y otras viandas. El hermano colgador de la Cofradía de Genarín en lo alto de la vieja muralla, hace la ofrenda y recita estos versos alusivos al “santo borracho”:

Y antes de ser declamadas para gloria de este mundo, siguiéndote en tus costumbres, pues nunca ganasteis lujos, bebamos a tu memoria una copina de orujo, que fue lo que más chupaste antes de ser difunto
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Parece ser que detrás de este acto social está la idea de que “si tenemos que morir, vamos a vivir disfrutando”, ideología contraria al sentimiento más tradicional de la Semana Santa, basado en la idea de que el dolor purifica y salva
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viernes, 3 de abril de 2009

- A MITAD DE CAMINO

Ahora que estamos en la antesala de unas pequeñas vacaciones, he querido recuperar el mensaje de un personaje querido y seguro que admirado por todos, Pablo Neruda. Con la claridad y profundidad que le caracterizaba dijo nada más y nada menos que:
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“En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta”
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Yo, al igual que el maestro, reivindico esa parte del ser humano que se nutre de juegos, sonrisas y afectos. Es importante dejar siempre la puerta abierta a ese complemento de la vida y tenemos que, sin serlo, sentir el espíritu del niño que juega y se sorprende. Y como Neruda, tenemos que disfrutar llevados por la curiosidad. No renunciemos a ello, no perdamos ese espíritu infantil que llevamos dentro y dejemos que nos contagie la alegría que necesariamente se hace imprescindible para vivir. Como bien dijo alguien, puede que si se cortan todas las flores, alguna vez se acabará la primavera.
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Así que cada uno debe encontrar el espacio, el tiempo y el lugar para seguir disfrutando y experimentando en clave de niño que creció, pero que de cuando en cuando recupera la frescura para disfrutar con las pequeñas cosas de la vida. Neruda vivió toda la vida obsesionado con el mar y en Isla Negra se construyó una casa a su antojo, guiado por sus deseos y por su gran imaginación, que se convirtió en una especie de museo, un testimonio que da cuenta de su vida. Una colección de caracolas, botellas de diferentes colores, un mascarón de proa, cajas de música, jarrones, monedas… son algunos de los pequeños y grandes objetos que fue recolectando a lo largo de la vida y de los que le gustaba rodearse. Y además, un amplio jardín, un hall al aire libre, una biblioteca, un bar que mandó hacer con madera de un barco francés... son otros rincones peculiares de este santuario particular.
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Sin la grandilocuencia ni las posibilidades de Neruda, este es nuestro pequeño refugio de La Palma, donde también se disfruta en contacto con la naturaleza y donde encontramos siempre un montón de cosas que entretienen.
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El espíritu vitalista e insaciable de Neruda, su constante curiosidad, le llevó a plantear infinidad de preguntas a la vida que, a modo de juego, recopiló su esposa Matilde Urrutia en la obra “el libro de las preguntas”. La idea del juego es reunirse alrededor de las preguntas que plantea Neruda (un juego de cartas con 100 cuestiones), en un ambiente de humor, de distanciamiento de lo cotidiano, de reflexión. Es un juego para conversar, para intercambiar, para crear nuevos pensamientos, para hacer poesía… La profesora Victoria Castro ya había jugado con sus alumnos de 8-9 años utilizando las preguntas de Neruda. Un ejemplo de los diálogos a los que dan pie:
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¿Si se termina el amarillo con qué vamos a hacer el pan? Con el azul y una clara de huevo
¿Dónde van las cosas del sueño? Se quedan en tu cabeza, felices viviendo
¿Quién canta en el fondo de la laguna abandonada? El silencio
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No podría terminar esta entrada sin recuperar una de las grandes joyas de la poesía amorosa de la que es autor Pablo Neruda: el poema XX, que siempre que lo escucho me pone los pelos de punta...
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