martes, 28 de octubre de 2008

- EN UNA PALABRA, UN DESPUES


No siempre la vida se muestra tan optimista como para vivirla con todos los detalles de un sueño que se quiere prolongar. Simplemente algunas personas viven como si se tratara de una renuncia de la que no se pueden desprender, que les produce un cansancio casi superior a las posibilidades de soportarlo. Las primeras lluvias de ese año pillaron a Abilio en una situación trascendente, entre un pasado de condena a seguir viviendo entre sentimientos resquebrajados y una forma de resistencia que había ido ganando entre brotes de dignidad entrecortada. Sin tan siquiera pedirse permiso por miedo a que el espejo le reflejara aquel rostro vacio y sin habla que se encontró un día cuando la psicóloga le pidió que se describiera, tomó el acuerdo de empezar a transitar por otra vida. No era tan sencillo interpretar la tristeza, sobre todo porque el ánimo era como un castigo frio con dientes profundos que cada mañana tenía que sortear para encontrar de nuevo las mismas razones que se habían adherido a su cabeza, como un mapa que le tenía que conducir a un tesoro preciado que se encontraba al otro lado de la cripta y al que incluso a veces renunciaba. Sólo hasta que aceptó que detrás de una simple palabra había muchos puentes, no empezó a conquistar la distancia.

jueves, 16 de octubre de 2008

- COQUETEANDO CON LA SOLEDAD

Cuando se retrasa la vida con mentiras y nos olvidamos de mirar en el baúl de las cosas imprescindibles donde sólo caben los sentimientos más puros, se nos escapan las gaviotas que con su vuelo nos dejan una estela de añoranza, como extrañas figuras desgranadas en el cielo de cada uno o como el perfil desdibujado de una cara entre las nubes, sin poder ser más que espectadores o decirnos en voz muy baja andando sobre una cinta sin movimiento: yo tampoco lo intente…

jueves, 9 de octubre de 2008

- TIEMPO DE RECONOCER


Ha llegado el otoño un poco tardío, como si no se hubiera enterado, y lo ha impregnado todo de un cierto aire de melancolía, con unas nubes plomizas que van y vienen y con una lluvia floja insistente que lo dejó todo inmóvil, con un contorno gris y sabor a humedad. Un día para recuperar la fuerza de los sentimientos desde dentro, para atravesar los recuerdos bronceados del verano, para revelar las cosas vitales sin reservas más allá de las fronteras del tiempo. A veces nos damos cuenta, en ocasiones demasiado tarde, que nos hemos dejado atrás algo importante, pero ya no hay tiempo para salvarse, porque algunas cosas que se van no vuelven nunca y por eso vale la pena recuperarlas incluso antes de haberlas perdido.

Que tengamos sentimientos tan parecidos
que nunca nos sintamos atados
Que de todos los caminos libres
los mejores sean los que recorra contigo
Que las sonrisas de pena y ternura
sean siempre de agradecimiento
Que las gotas de pensamiento de tu nombre
no me lleven nunca por caminos de olvido