Todo sucedió hace mucho tiempo, cuando las cosas, incluso los sentimientos, eran más verosímiles que ahora, incluso se podría decir que más reales, porque tenían un efecto de tormenta más contundente. La tarde se fue apagando poco a poco, languideciendo detrás de aquel velo plomizo de nubes que no dejaban mirar más allá de la tristeza inmediata, cuando de pronto el sol esplendoroso se escapó unos minutos y se fundió con el agua, dejando suspendida en el aire una luz de revancha, mientras se respiraba el viento blanco que regalaba el mar con afán de indulgencia. Porque hay momentos que no se pueden dejar de mirar con otros ojos, cuando se ha compartido tantas veces el mismo atardecer, el mismo sentimiento.Muere la tarde, envuelta de tristeza
y rescata del alma, palabras nuestras
irreconocibles todas, ahora tan lejanas
en este paisaje opaco y tan vacío
donde nada pasa, sólo el tiempo
y las gaviotas cambiando de paisaje
derramando tus palabras, ahora huecas
de locura y de amor, y mucho silencio
de aroma con desgana, de tardes traicioneras
de la infinita distancia de tu nombre
del reverso de un olvido, de todo al mismo tiempo
y detrás del mar, mi sentimiento