viernes, 22 de octubre de 2010

- EN EL TIEMPO DORMIDO

Como si una extraña insensatez se hubiese apoderado de él, después de mucho tiempo en que había considerado su incapacidad para compartir cualquier tipo de sentimiento, se levantó bien temprano y con las mejores intenciones y los restos de voluntad que le quedaban, salió a buscar esas pequeñas cosas que dicen que dan la felicidad; momentos efímeros, breves, gratificantes, sorprendentes, que permiten encontrarse consigo mismo, aunque muchos sean inconfesables. Pero se perdió en el camino que se convirtió en un abismo, porque en ningún momento le dieron la oportunidad de sentirse generoso, agradable, importante, sensible, cómplice… Olía a tarde de invierno y volvió con la sensación de que no era día de mercado, que sólamente se podía escuchar el sonido de las cosas y de que las flores en ocasiones están demasiado marchitas como para poder ser reanimadas. Y mientras notaba ese sabor inconfundible a salado que se alojaba en la comisura de sus labios, se paseo lastimosamente por el camino de regreso que, como si se tratara de un espejismo, le pareció más frio y empinado que nunca. Puede que sea casual, pero con frecuencia la necesidad se tropieza con una errónea coincidencia del destino que lleva a la resignación más apática y brutal.
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23 comentarios:

Alma naif dijo...

Ayyyy no no no!!!
No me gusta leerte asi...
Buscabas en ese camino las cosas simples... yo hubiera tratado de salvar alguna flor de esas que veias casi marchitas... ese sería un buen comienzo ...ves???
Quizas solo hay que saber VER que no es lo mismo que mirar...
Mil besos a tu alma en reflexión!!!
El tema de Sabina... lo mas!!!

Arantza G. dijo...

El destino es un antojón y lo malo es que no deja de pasearse con su garrote sacudiendo a cada uno. Algunos salen victoriosos, otros, por una triste casusalidad, quebrados.
Besos y feliz fin de semana.

Ligia dijo...

Me parece un texto muy real, a veces sentimos como si el tiempo estuviera durmiendo y lo que hacemos o esperamos no tiene ningún significado. Es, como dice la canción, un tiempo robado. Abrazos

paolav dijo...

A mi me robaron años!
Bello escrito, sin adornos más que el sentimiento a vacío. Un abrazo para el caminante y un día de sol para mañana, lo bueno es que nos quedan meses y nos quedan años.

Cantares dijo...

Es un hermoso texto, aún triste no deja de ser bello.
Un beso grande

Cecy dijo...

Es que no se debería salir a buscar porque el regreso como dice, puede ser mas frío y erróneo.
Habrá tiempos mas despiertos, seguro que si.

Un beso enorme querido Amigo!

Calvarian dijo...

Yo creo que el destino pesa como una losa. Será ese tinte pesimista y nostálgico que me envuelve...
Por mucho que lo intentas lo único que queda es el camino de regreso.
Saludos

alkerme dijo...

Los estados de ánimo, aún siendo no demasiado agradables, hay que aceptarlos, estamos así... ya pasará...

Gracias, un saludo,

Encarni dijo...

Un escrito otoñal, espero que si te sientes así sea por poco tiempo, pues me ha dado la sensación de frío, de ese frío que congela el tiempo y no hay abrigo que de calor a la soledad.
Si quedase el camino de regreso, buscate una sonrisa entre las ropas, seguro que tienes alguna y si no te voy a prestar una :) para estas ocasiones.

Besos.

Ricardo Miñana dijo...

Buena reflexion Beker,
un placer pasar a leerte.
que disfrutes el fin de semana.
un abrazo.

Chus dijo...

Cuando en algún momento me he sentido así, he cogido mi cámara y me he echado a andar, y siempre encuentro algo, por muy insignificante que sea, que hace que todo tenga sentido y merezca la pena.
Un beso

matrioska_verde dijo...

Es un texto muy desolador, Beker, pero muy mucho. Es como si a uno le cortasen la esperanza de un hachazo, ¡zas!, de modo que es difícil volver a levantarse aunque creo que el protagonista tiene los arrestos suficientes para conseguirlo.

biquiños,

E. Martí dijo...

Ay esos caminos de espinas, ay esos abrojos, cparicho del destino, capaces de hacernos resignados... ¿pasotas?, ¿faltos de gana de luchar? o decepcionados y débiles?
Un beso,amigo y feliz semana.

delaRosa dijo...

Creo que algunas veces no sabemos ver las oportunidades que nos dan, no sabemos aferrar esas manos que se tienden hacia nosotros con la misma desesperación.Estamos tan imbuídos en nuestro dolor que no vemos más allá de los sueños propios y perdemos los sueños compartidos.
Un bellísimo escrito, prefectamente acompañado por la voz de Sabina y sabiamente adornado con una instantánea de añoranza.

Besines de esperanza:)) Se te quiere poeta!

Logan y Lory dijo...

A veces los caminos se nos vuelven tortuosos, solitarios y estériles, hasta que caminando volvemos a fijarnos en esa flor que sobresale de los hierbajos aplastados por las pisadas duras, es entonces cuando volvemos a recuperar lo perdido: la ilusión.

Centremos pues nuestros ojos en esa busqueda que nos devuelva lo que necesitamos y que el mes de Abril de Sabina nos sea devuelto en todo su esplendor.

Abrazo doble

Marina Filgueira dijo...

Hola Beker, has escrito un relato casi real, pero yo digo que si el caminante, "no hizo camino al andar" es que en realidad, ya no valía la pene hacerlo. Sabes que hay el dicho, que vale más solo que mal acompañado. Así que, alégrate que la vida sea bella aún con sus contrariedades. Un abrazo y felicidades por lo interesante del post.

Lucía dijo...

Así es, a veces parece que el tiempo se duerme, que nada se puede hacer para reanimarlo y el camino de regreso se hace más frío que nunca.

Un gran abrazo, amigo mío

Mar dijo...

Pasará, ¿verdad?... Dime que sí, por favor.

Besos.

MORGANA dijo...

Tan solo párate a ver en tu interior lo que realmente buscas,Beker.Quizás la melancolíaa del otoño nos invada un poco a todos.
Un abrazo enorme.

irene dijo...

Cuando el ánimo está bajo, todo se ve negativo, pero no todo lo es, pueden también ser espejismos como tú dices.
El otoño, a pesar de ser una estación preciosa, no es bueno para animar estados de por sí apáticos y desganados, pero de estos tiempos dormidos siempre se despierta, mi larga experiencia de la vida da buena fe de ello.
Un triste relato pero expresado de muy bella forma.
Un cálido y fuerte abrazo, Beker.

Javier dijo...

"errónea coincidencia del destino que lleva a la resignación más apática y brutal."

Comprendo el texto, perfectamente.
"Olía a tarde de invierno"...
Prosa poética y melancolía, sí, comprendo el texto y me gusta.

Saludos.

Recomenzar dijo...

Hermoso blog Con palabras escritas por un poeta

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Hola Beker, hola
besos y amor
je

Destinos.