miércoles, 2 de abril de 2008

- EN EL MAR DE LA COMPLICIDAD

Cuando el viento extiende su promesa de desaliento y tenemos que replegarnos, cuando la melancolía nos obliga a permanecer en mitad de la intemperie, solemos casi siempre, al menos los que tenemos el privilegio de tenerlo, refugiarnos en un amigo incondicional que es el mar. Seguro que muchos como yo, echamos a veces de menos la compañía de sus silencios

Querido refugio de espacio trascendente
impetu y calma de sentimientos compartidos
consuelo permanente de inquietud desmedida
escollo de recuerdos de generoso tormento
eterno reparto de complicidad sin cambio
fuerza íntima que acompaña el naufragio

Susurros entrevelados que no escucha nadie
recodo de lágrimas que se mezclan con las tuyas
reflejo de tus ojos que se convierten en barca


Compañero silencioso de confidencias
no dejes de abrazarme ...

2 comentarios:

Tomi dijo...

La mar cuando está en calma es un amigo silencioso que te escucha si te sientas a su orilla y le cuentas ilusiones, penas, alegrías...
Y cuando está agresivo pide a gritos ser oído.

Muy bonita tu complicidad con el mar, Beker

beker dijo...

Gracias tomi, por compartir mis sensibilidades; te puedo asegurar que el mar nunca te falla...